No solo decoran nuestra habitación, las colchas y cubrecamas son un elemento imprescindible para esos meses de entretiempo donde no apetece tanto cubrirse con una manta o nórdico, pero sí, sentir el calor generado por una colcha más finita.
Las colchas y cubrecamas son, de hecho, uno de los textiles más usados durante los meses de primavera y otoño en todo el país. Pero, empecemos por el principio, ¿qué son?
Una colcha es una prenda de dormitorio que se utiliza para cubrir la cama o dar un toque diferente a la estancia. Puede estar fabricada en materiales como algodón, seda…, y puede estar bordada o tejida con diseños y diferentes diseños. Se caracteriza por tener un acabado acolchado. De esta manera son mucho más suaves y cálidas, pero siempre, ajustadas a esa época del año en el que no hace ni mucho frío, ni mucho calor.
Un cubrecamas en una tela de material suave. Más fino que una colcha. Está diseñado para proteger la colcha, mantener el calor dentro y ofrecer una capa extra de comodidad, aunque también puede utilizarse como elemento único en los meses más calurosos o como simple decoración.
Son para todo tipo de camas
Son elementos textiles totalmente versátiles. Podrás encontrar medidas de 90 cm, 105 cm, 135 cm, 150 cm, 160 cm, 180 cm y 200 cm.
Son un gran elemento decorativo
Las podrás encontrar en todo tipo de colores y diseños, por lo que se ajusta bien a cualquier estilo de hogar.
Son cómodas
Se trata de ropa textil muy ligera, por lo que dormir con ellas se convertirá en un acto placentero. Además, sus tejidos son frescos y livianos, aportando el calor necesario pero sin excederse.
Fáciles de poner
Se trata de un elemento tan fácil de manejar que bastará con extenderlo sobre tu cama y acomodarlo a la posición correcta para tener la cama hecha. Algo que te ahorrará tiempo. Un tiempo que seguro sabes bien dónde invertir.
Son transpirables
Gracias a sus tejidos livianos y frescos tu piel transpira, por lo que se adapta a la propia temperatura de tu cuerpo.
