¿Te levantas como si, literalmente, no hubieras dormido nada? ¿Tienes la sensación de que duermes pero no descansas? Es algo más común de lo que parece y puede limitar en gran medida el modo y calidad de vida.
El problema está cuando no conseguimos tener un sueño reparador y los días se hacen interminables. Algo que, irremediablemente, acaba pasando factura, tanto a nuestra salud física como a nuestra salud mental.
Hoy, en nuestro blog, te contamos cómo conseguir un sueño reconfortante sin dificultad y algunos datos que debes tener en cuenta para ello, como…
… ¿Cuántas horas debes dormir?
Uno de los factores que más controversia ha levantado es el número de horas que hay que dormir para garantizar el descanso. Este hecho depende en gran medida de la edad. Los requisitos de sueño y descanso no son los mismos para un recién nacido que para un joven de 20 años.
Mientras que los bebés deben dormir de 12 a 16 horas al día. Se considera que un adulto, para garantizar un descanso óptimo, debe dormir como mínimo unas 7 horas. Eso sí, todo depende en gran medida de la persona en cuestión; de sus hábitos y de sus costumbres.
¿Qué puede dificultar el sueño?
Son muchos los factores que pueden dificultar el sueño. El estrés o la preocupación del día a día es, sin duda, uno de los más predominantes, pero no solo existen estos.
Las dificultades en el sueño pueden venir desde ruidos molestos del exterior hasta una ropa de cama incómoda por la aspereza de sus tejidos o la antigüedad.
El embarazo y otros periodos de cambios hormonales, como la adolescencia o la menstruación e, incluso, la vejez, puede ser otra época en la que dormir sea algo más complicado.
Claves para descansar y levantarte con energía
Algunas de las claves para conseguir un buen descanso son:
Cenar ligero
Si la noche anterior ingieres demasiadas calorías pesadas o demasiada cantidad de comida, es más que probable que por la noche te cueste dormir más de lo normal o, si lo haces, el descanso no sea tan fructífero como debería de serlo. Se recomienda hacer cenas ligeras a base de verduras y evitar comidas copiosas como productos procesados.
Tomar alcohol
A diferencia de lo que se piensa, tomar alcohol antes de ir a dormir no va a hacer que duermas toda la noche “como un bebé”. Si te pasas con el alcohol, es probable que el inicio del sueño venga solo. Sin embargo, también irá acompañado de varios despertares nocturnos que te impedirán un correcto descanso.
Dispositivos electrónicos
El uso del móvil se ha extendido a prácticamente todas las posibles situaciones cotidianas. Una de ellas es consultarlo antes de ir a dormir. Un gran error. Se ha demostrado que la luz azul que emiten estos tipos de dispositivos no solo te activan e impidan el descanso, también hace que el tiempo que pases durmiendo sea de peor calidad. Así que antes de ir a dormir, deja el móvil lejos, apaga el televisor y opta por otro tipo de hábitos más saludables como leer un libro.
Usar la ropa de cama incorrecta
Si te empeñas en usar unas sábanas de franela en pleno verano, es más que seguro que no puedas conciliar el sueño. La ropa de cama es un requisito imprescindible para garantizar un descanso correcto. Elige tejidos naturales como el algodón, por ejemplo, o los textiles de algodón y poliéster. Todos estos, además de aportar calidez, son transpirables y permiten disfrutar de la suavidad y el diseño en toda su forma.
Tan importante es el tejido como el propio tamaño o ajuste de la ropa de cama. No hay nada que resulte más incómodo que unas sábanas demasiado pequeñas o una sábana bajera que no se ajuste bien al colchón y se esté desplazando continuamente.
Aleja el estrés
El estrés es el enemigo número uno de un mal sueño. Si quieres descansar deja los problemas fuera de tu cama y si no sabes como hacerlo siempre puedes pedir ayuda profesional. Otra opción es aprender técnicas de relajación como el mindfulness o la meditación. Este tipo de técnicas te ayudarán a equilibrar cuerpo y mente y conseguir un descanso mucho más reparador.
Dormir, además de un placer, es una necesidad para el organismo. Hazlo bien. Con estos consejos podrás volver a descansar como lo hacías de bebé y levantarte con más fuerza y energía que nunca.
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