La cama es uno de los elementos de mayor importancia en cualquier hogar. En ella nos relajamos, dormimos (por supuesto), disfrutamos de leer, escuchar música o de la compañía de nuestros seres queridos. Es por ello que, pensar cada cuánto tiempo renovar la ropa de cama, es una de las mejores decisiones que puedes tomar, no solo para cuidarla, sino también para tu salud y la de los tuyos.
En ella nos acostamos unas veces con pijama, otras veces vestidos con la ropa de calle, con maquillaje, sin maquillaje, con crema hidratante… En definitiva, es un elemento que sufre día tras día y almacena suciedad, polvo, ácaros, etc..
Saber con qué frecuencia se debe lavar la ropa de cama y cada cuánto tiempo cambiarla por completo, es una de las dudas más frecuentes de personas comprometidas con la calidad de sus textiles. Es por ello que te dejamos algunas recomendaciones, de parte de nuestros expertos, primero para hacerles un mantenimiento óptimo y segundo para saber cada cuánto se deben renovar por completo:
Las fundas nórdicas
Una de las causas por las que las fundas son tan populares es por la comodidad, ligereza y ahorro de espacio de almacenaje, comparado con los edredones. Sin embargo, el contacto directo con la piel al mismo tiempo que estar situado en la superficie, puede hacer que se manche con más frecuencia.
Por eso, debes lavar la funda nórdica con la misma frecuencia que lo haces con las sábanas. Al menos una vez cada dos semanas.
La idea es tener varias fundas nórdicas “de quita y pon”. Y, en cuanto a renovarlos, todo depende de la propia calidad de las fundas y del uso que le des, en cualquier caso se recomienda hacerlo cada 4 o 5 años.
Si ves que tu ropa de cama presenta bolitas o está desgastada… No hagas caso a la edad estimada, ¡es hora de renovarla!
Las sábanas
La frecuencia con la que debes lavar las sábanas depende en gran medida de tus propios hábitos. Por ejemplo, no es lo mismo dormir desnudo que con pijama. Así como no es lo mismo tener tendencia a sudar que hacerlo muy poco; o no es igual ducharse antes de ir a dormir a que lo hagas por la mañana.
Lo ideal es cambiar las sábanas cada una o dos semanas. En verano, deberás hacerlo cada semana.
En cuanto a renovarlas, la vida útil de unas sábanas de algodón es de unos 5 años. Pero como te hemos mencionado, todo depende del empleo y de los hábitos que tengas así como del cuidado que les prestes en cada lavado.
La almohada
La funda de tela de la almohada suele lavarse a la vez que el resto de las sábanas; aunque realmente habría que lavarlas más a menudo ya que es un elemento con mucho contacto físico pues, no solo puede afectar el sudor, sino otro tipo de fluidos corporales como la saliva.
Se recomienda cambiar tanto de almohada como de funda de almohada cada dos años, por lo que, para los casos más extremos es ideal poder contar con sábanas independientes como las que tenemos en Estelia en la que puedes adquirir por separado bajeras, encimeras o fundas de almohada.
Mantas
En caso de ser de la vieja escuela y optar por el uso de mantas para cubrirse en invierno, debes saber que este tipo de textil requiere unos cuidados más especiales.
Por lo general, están realizadas con tejidos mucho más resistentes que pueden durar en buenas condiciones y con todas sus facetas más de 10 años. Eso sí, todo depende del empleo y cuidado que le des.
También dependerá del material o tejido con el que esté fabricada. No es lo mismo que la manta sea de lana de oveja pura a que esté hecha de fibra sintética. Por eso, deberás leer con atención su etiqueta para ver qué tipo de cuidados y lavados necesita.
Colchas
Este tipo de textil requiere mucho menos cuidados que las sábanas o el edredón porque, normalmente, no están en contacto directo con la piel. Es por ello que puedes lavarlo con menos frecuencia y renovarlo en el momento en el que pierda.
Te presentamos los tejidos más resistentes
El algodón siempre va a ser el tejido estrella en la ropa de cama. Su tacto, su naturalidad y transpirabilidad le hacen ser el material más buscado.
Es ideal porque, además de respetar y cuidar tu piel, evita el sobrecalentamiento durante la noche. También absorbe manchas sin que se resista demasiado. Aunque, otra opción que tienes y es igualmente válida es el tejido combinado 50-50 (50% poliéster y 50% algodón), con grandes capacidades de uso.
La franela es una opción perfecta para las estaciones de invierno. Si quieres que te dure más tiempo, elige la franela cepillada. Otros tejidos como la seda o incluso el lino, bien cuidados, también darán buenos resultados.
En cualquier caso, se recomienda ventilar la habitación asiduamente para evitar que las bacterias proliferen en el tejido sea cual sea el elemento que uses para vestir las camas de tu hogar.
Ahora ya sabes con qué frecuencia debes cambiar tu ropa textil de cama. Ya no tienes excusa para visitar nuestro catálogo y empezar a elegir el tejido estrella para ti y tu hogar.